En el Principio solo existía el vacío y las infinitas posibilidades… y la Conciencia Universal las conocía y manejaba. Y pensó que podría resultar interesante compartir sus conocimientos con conciencias inferiores; tomar una posibilidad y llenar con ella parte del vacío.
Y así creó los cielos y la tierra. Y puso sobre ella a las criaturas que la pueblan, sentándose después a contemplar la evolución de su experimento.
Pero las conciencias inferiores anhelaban el poder de su Creador y así, cometieron el pecado original y, al contemplarse a ellos mismos, tuvieron miedo de lo que podrían llegar a ser y reprimieron los impulsos que se les habían otorgado para su disfrute.
La Conciencia Universal se afligió al ver el rechazo que sus dones producían en las reprimidas mentes de la Tierra y decidió probar de nuevo….
Y así el Poder Supremo creó la Contratierra… y la llamó Gor.
Y puso en ella a los Reyes Sacerdotes para que la poseyeran y dirigieran. Para que no permitieran que su querida creación, los hombres, cometieran de nuevo el error de cerrarse a sus pasiones.
Llenó la Contratierra con sus nuevas criaturas; el eslin y el bosko, la kaiila y el lar; los poderosos tarns que regentan el cielo con el permiso de las tres lunas que lo presiden; y las criaturas marinas que habitan las profundidades abisales encarnando las pesadillas de los hombres. Poblaron las criaturas un mundo virgen y salvaje; un mundo violento y hermoso en su crueldad.
Pensó la Conciencia… "eliminemos la posibilidad de que el hombre quiera usurpar el puesto de su Creador". Y así, dio poder a los Reyes Sacerdotes para que restringieran el progreso tecnológico, otorgándoles la facultad de dirigir los destinos de los hombres y poner fin a sus vidas.
Llevó a Gor a los hombres y las mujeres, el orgullo de sus creaciones, y se dijo… "fue la mujer quién desvió del camino justo al hombre de la Tierra… será por tanto el hombre quien dirija el camino de la mujer en la Contratierra".
Y los Reyes Sacerdotes entregaron a los hombres las cadenas y los látigos; para que sometieran a las mujeres a sus designios y controlaran sus vacilantes pasos en el nuevo mundo. Y dieron poder a los hombres para gobernar sus vidas; para hacer y deshacer a su antojo. Y eliminaron en la mujer la posibilidad de elegir, como castigo al error cometido en la Tierra en su primera elección.
Pero la Conciencia Universal amaba a todas sus criaturas y no quiso dejar indefensas a las mujeres. De modo que les dio un arma y, en su suprema ironía, estableció que fueran los propios hombres los que enseñaran a la mujer a usarla.
Y así, los inocentes hombres, enseñaron a la mujer a desarrollar los dones con los que el Creador les había bendecido. Las mujeres aprendieron a extirpar prejuicios y recelos; a bailar para hechizar con sus movimientos los ojos de los hombres, a perfumarse para estimular sus sentidos, a moverse para embotar las mentes, a servir para cautivar sus corazones, a obedecer como si cada orden cumplida fuera un precioso regalo en lugar de algo impuesto… y, no contento con esto, el Creador otorgó a la mujer los conocimientos ancestrales de las artes amorosas, para que fueran capaces de satisfacer a aquellos que tenían el control sobre ellas y encontrar así su propio placer en la vida de servidumbre y obediencia a la que se verían sometidas.
Y, de este modo, la mujer evolucionó a kajira, la más bella exaltación de la sumisión y la entrega… por que es ahí donde reside la felicidad que todas ansían y pocas alcanzan.
Y la Conciencia Universal contempló como los Amos dominaban a sus kajiras y exclamó….
"He ahí vuestra manzana. Os he entregado de nuevo el Edén y he puesto en él la fruta prohibida. Así pues, saboreadla y haced uso de ella… pero no olvidéis el peligro que encierran…"
Y los hombres goreanos, orgullosos y altivos por que así fueron creados, se rieron del peligro y gozaron de su poder….
Hasta que el primer hombre se perdió en los ojos de una kajira, ganando ésta la batalla contra su Amo…. O así habría sido de no ser por que la kajira también se perdió en los ojos de su Dueño y, voluntariamente, decidió rendir sus armas al servicio de su Señor…
"Es así como se completan Amo y kajira y como la vida de uno da sentido a la existencia del otro…" exclamó la Conciencia Universal…. Y sonrió satisfecho… El equilibrio había sido restaurado.
Y así creó los cielos y la tierra. Y puso sobre ella a las criaturas que la pueblan, sentándose después a contemplar la evolución de su experimento.
Pero las conciencias inferiores anhelaban el poder de su Creador y así, cometieron el pecado original y, al contemplarse a ellos mismos, tuvieron miedo de lo que podrían llegar a ser y reprimieron los impulsos que se les habían otorgado para su disfrute.
La Conciencia Universal se afligió al ver el rechazo que sus dones producían en las reprimidas mentes de la Tierra y decidió probar de nuevo….
Y así el Poder Supremo creó la Contratierra… y la llamó Gor.
Y puso en ella a los Reyes Sacerdotes para que la poseyeran y dirigieran. Para que no permitieran que su querida creación, los hombres, cometieran de nuevo el error de cerrarse a sus pasiones.
Llenó la Contratierra con sus nuevas criaturas; el eslin y el bosko, la kaiila y el lar; los poderosos tarns que regentan el cielo con el permiso de las tres lunas que lo presiden; y las criaturas marinas que habitan las profundidades abisales encarnando las pesadillas de los hombres. Poblaron las criaturas un mundo virgen y salvaje; un mundo violento y hermoso en su crueldad.
Pensó la Conciencia… "eliminemos la posibilidad de que el hombre quiera usurpar el puesto de su Creador". Y así, dio poder a los Reyes Sacerdotes para que restringieran el progreso tecnológico, otorgándoles la facultad de dirigir los destinos de los hombres y poner fin a sus vidas.
Llevó a Gor a los hombres y las mujeres, el orgullo de sus creaciones, y se dijo… "fue la mujer quién desvió del camino justo al hombre de la Tierra… será por tanto el hombre quien dirija el camino de la mujer en la Contratierra".
Y los Reyes Sacerdotes entregaron a los hombres las cadenas y los látigos; para que sometieran a las mujeres a sus designios y controlaran sus vacilantes pasos en el nuevo mundo. Y dieron poder a los hombres para gobernar sus vidas; para hacer y deshacer a su antojo. Y eliminaron en la mujer la posibilidad de elegir, como castigo al error cometido en la Tierra en su primera elección.
Pero la Conciencia Universal amaba a todas sus criaturas y no quiso dejar indefensas a las mujeres. De modo que les dio un arma y, en su suprema ironía, estableció que fueran los propios hombres los que enseñaran a la mujer a usarla.
Y así, los inocentes hombres, enseñaron a la mujer a desarrollar los dones con los que el Creador les había bendecido. Las mujeres aprendieron a extirpar prejuicios y recelos; a bailar para hechizar con sus movimientos los ojos de los hombres, a perfumarse para estimular sus sentidos, a moverse para embotar las mentes, a servir para cautivar sus corazones, a obedecer como si cada orden cumplida fuera un precioso regalo en lugar de algo impuesto… y, no contento con esto, el Creador otorgó a la mujer los conocimientos ancestrales de las artes amorosas, para que fueran capaces de satisfacer a aquellos que tenían el control sobre ellas y encontrar así su propio placer en la vida de servidumbre y obediencia a la que se verían sometidas.
Y, de este modo, la mujer evolucionó a kajira, la más bella exaltación de la sumisión y la entrega… por que es ahí donde reside la felicidad que todas ansían y pocas alcanzan.
Y la Conciencia Universal contempló como los Amos dominaban a sus kajiras y exclamó….
"He ahí vuestra manzana. Os he entregado de nuevo el Edén y he puesto en él la fruta prohibida. Así pues, saboreadla y haced uso de ella… pero no olvidéis el peligro que encierran…"
Y los hombres goreanos, orgullosos y altivos por que así fueron creados, se rieron del peligro y gozaron de su poder….
Hasta que el primer hombre se perdió en los ojos de una kajira, ganando ésta la batalla contra su Amo…. O así habría sido de no ser por que la kajira también se perdió en los ojos de su Dueño y, voluntariamente, decidió rendir sus armas al servicio de su Señor…
"Es así como se completan Amo y kajira y como la vida de uno da sentido a la existencia del otro…" exclamó la Conciencia Universal…. Y sonrió satisfecho… El equilibrio había sido restaurado.
Escrito por la kajira Ishtar y publicado en www.mundogor.com
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